El pasado jueves tuvimos sesión de cine en Balbordo. Nos reunimos para ver la adaptación cinematográfica de Tomates verdes fritos, de Fannie Flagg, una novela de mujeres sureñas en los Estados Unidos de entreguerras y de los ochenta. Ninny y Evelyn entablan una profunda amistad mientras desgranan la historia de Idgie y Ruth y de muchos otros personajes de Whistle Stop, un pequeño pueblo de Alabama.
Nos encantó la novela, por la agilidad de la prosa y de su estructuración en capítulos que alternan diferentes narradores, modalidades textuales, saltos temporales, puntos de vista... Además, nos asombró la cantidad de temas que toca: la crisis existencial de Evelyn, el racismo que sufren Big George, Sipsey, Artis..., la relación amorosa de Idgie y Ruth, el drama de temporeros como Smokey, el maltrato de Frank Bennet, la minusvalía física de Muñón y la psíquica de Albert, la eutanasia...
De la película comentamos la dificultad de adaptar el enorme número de personajes y la multitud de historias secundarias que conviven en la novela. Y nos divertimos analizando los cambios observados entre una y otra.
Sin duda, la reunión fue, como tantas otras, inolvidable. Y tanto la novela como la película nos dejaron muy buen sabor de boca.
Pinchando aquí podéis disfrutar de algunas escenas. Y si os apetece probar el plato más degustado en el Café de Whistle Stop, podéis ver una receta aquí.
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