SITUAMOS la obra relacionándola con relatos y leyendas orientales de tradición oral en libros como Las mil y una noches. Nos fijamos en lo bien que retrata costumbres y tradiciones de esos países exóticos: la importancia de la ruta de la seda, los mercados y su vistosidad, la ceremonia del té o el gusto por contar historias maravillosas con mensaje, el cual se desprende también de las historias secundarias que, a modo de muñeca rusa, relatan los personajes de la historia principal.
NOS GUSTÓ la sencillez de la narración y su mensaje directo y claro: no rendirse ante las dificultades y luchar ante todo por lo que uno cree; en este caso, el amor puro que, como un hilo de seda, une a los dos protagonistas.
NOS DISGUSTÓ la ley bárbara que castiga el adulterio abandonando al hombre en el desierto y arrojando desde la torre más alta a la mujer. Esta ley, afortunadamente ya sin vigencia, nos llevó a evocar lo problemática que sigue siendo la situación de la mujer en los países musulmanes, donde el modelo patriarcal (patente también en el libro) la relega totalmente atentando contra sus derechos más fundamentales.
NOS SUGIRIÓ otras lecturas como El conde Lucanor, donde tanto se aprecia el gusto por contar historias con mensaje. En relación a la historia de amor, se sugirió también la que aparece en Los pilares de la tierra, donde el amor se construye a medida que lo hace una catedral; de la misma forma que en Idriss la historia de amor se va construyendo a medida que lo hacen otras historias; pues, ante todo,Idriss es eso: una historia de historias.
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